El jueves 16 de abril de 2015, cincuenta y seis fotógrafos orientales emprendieron una aventura hasta entonces inédita en nuestro país: realizar un reportaje colectivo del Uruguay. Para ello, otras tantas localidades fueron cuidadosamente seleccionadas para asegurar una mirada amplia de las realidades existentes, tratando de abarcar desde capitales departamentales hasta remotos parajes del interior profundo, habitados únicamente por un puñado de personas. 

El objetivo: hacer fotografías de un día ordinario. Ese fue el único lineamiento para los participantes de esta experiencia, pues creímos que la diversidad de miradas sería un aporte a la riqueza del resultado.

Vaya si tuvimos razón. Las imágenes que se obtuvieron, producto de la visión y creatividad de este heterogéneo grupo de fotógrafos, cuyas edades oscilan entre los diecinueve y los ochenta y tres años, con experiencias de vida muy diferentes, son de una gran sensibilidad. Cada una de ellas muestra no solo el mismo compromiso con la profesión, sino un enorme respeto por los lugares y las personas retratadas. Estas fotografías nos ayudan a visualizar las similitudes y también la diversidad sociocultural de nuestro país. Además, y aunque sea solo por un instante, nos permiten entrar al mundo íntimo de sus autores.